El mes de septiembre es el mejor para Purgar los Radiadores y tener así preparada la calefacción para los meses de otoño e invierno.
Ahora que llegamos al final del verano, podemos realizar esta sencilla tarea de Purgar los Radiadores y evitar luego las prisas de los primeros fríos.
Además, Purgar los Radiadores supone un primer test de funcionamiento de la calefacción, ya que es necesario para hacerlo tenerla encendida.
Gracias a esta maniobra podemos detectar los siguientes problemas:
1-El principal es que el circuito tenga aire almacenado. Esto produce ruidos molestos (gorgoteos) en los radiadores.
2-Tener un consumo ineficiente. Si un radiador no calienta bien, el termostato no salta pero la caldera sí sigue funcionando al no llegar a la temperatura de consigna, trabajando el doble. Esto hace menos eficiente el consumo de gas y la transmisión de calor (efecto radiadores templados).
3-Comprobar que disponemos de un calor homogéneo en las habitaciones. Podemos darnos cuenta de que algún radiador está cerrado o a medio abrir y que no recordábamos después de los meses de primavera y verano.
Si al Purgar los Radiadores detectamos problemas de funcionamiento, es momento de contactar con un profesional y evitar las esperas en temporada alta que pueden llevarnos a estar 2 o 3 días sin calefacción.
Desde ReformANERR recomendamos disponer de un contrato de mantenimiento que permita una solución rápida y eficaz, y si además el mantenimiento te cubre el Purgar los Radiadores te evitarás hacerlo.
Otra forma de evitarlo es instalando purgadores automáticos en los radiadores con sistema de autopurgado, ya que expulsan el aire en cuanto detectan su existencia.
PASOS PARA PURGAR LOS RADIADORES
Si nunca lo has hecho, te ofrecemos los siguientes pasos para que puedas Purgar los Radiadores de forma segura y eficaz:
1-Enciende la calefacción. Cuando han pasado unos minutos y ya están los radiadores calientes, comprueba en la parte alta de cada uno de los radiadores si está más fría que en la parte inferior. Si es así, es que hay aire, ya que el calor tiende a subir.
2-Empezamos siempre por el radiador más cercano a la caldera y luego vamos radiador por radiador (siempre que lo necesiten) hasta llegar al último, donde termina el circuito siguiendo el flujo del agua.
3-Colocamos un recipiente hondo (un vaso) justo debajo de la llave que tiene una ranurita y así evitaremos que caiga el agua al suelo.
4-Giramos la llave con un destornillador o una moneda y empezará a salir agua y aire con mal olor de forma no uniforme.
5-Cuando el flujo de agua sea uniforme y fluido (sin aire ni burbujas) hemos terminado y cerramos la llave en sentido inverso.
6-Esta operación la repetimos en todos los radiadores.
7-Si has terminado de Purgar los Radiadores, ahora toca comprobar la presión de la caldera a través del manómetro. Si la caldera es analógica verás un relojito con una sola aguja que marca los “bares”, si es digital lo verás en pantalla seleccionando la opción. La presión de la caldera siempre tiene que estar entre 1 y 1,5 bares. Si está por debajo del 1 es necesario meter agua a la caldera para que quede regulada y en perfecto funcionamiento. Por el contrario, si está por encima del 1,5 es necesario sacar un poco de agua del radiador como hemos hecho antes.
Desde ReformANERR, te informamos de consejos y ayudas en tu gestión energética. Visita nuestro blog para conocer más informaciones: https://www.reformanerr.com/blog/
