Tener una buena sensación térmica dentro de nuestra vivienda necesita en gran parte del uso del aire acondicionado y la calefacción para Mantener la Temperatura de Confort de la misma. Pero un correcto control de estos elementos, e incluso pequeñas intervenciones en nuestro hogar, nos van a hacer evitar el gasto de energía innecesario.
Todos los aislamientos de las viviendas, sean mejores o peores, tienen por objetivo Mantener la Temperatura de Confort evitando el traspaso de energía de fuera hacia adentro y viceversa. Es muy poco probable que la temperatura vaya a ser la misma fuera que dentro de la casa, por ello constantemente se está produciendo un flujo de interior-exterior, dirigiéndose el calor más elevado hacia donde esté más baja la temperatura. Por ello cuanto mejor aislemos nuestra casa, más capaces seremos de Mantener la Temperatura de Confort que nos interese dentro de nuestra vivienda.
Aunque lo ideal sería evitar el gasto de energía al completo, ésta se está escapando constantemente a través de la envolvente del edificio. Siempre hará más calor en la vivienda en cualquier momento del periodo de invierno, también siempre hará más frío en la vivienda en verano durante el día, y por último, siempre hará más frío durante la noche en el mismo periodo de verano. Es por ello que estas fugas de calor debemos evitarlas cuando nos sean desfavorables, o provocarlas en los pocos momentos que nos pueda ser interesante.
EVITAR FUGAS DE CALOR PARA MANTENER LA TEMPERATURA DE CONFORT
Los puntos más débiles de la envolvente térmica son las ventanas. A través de ellas se escapa hasta 5 veces más calor que por el resto de la fachada. Para Mantener la Temperatura de Confort debemos actuar sobre esos puntos.
El factor que mide la transmisión de calor, transmitancia de temperatura, puede variar desde 5,7 W/m²K en una ventana de una sola hoja de vidrio sencillo hasta 1,7 W/m²K en ventanas con una buena carpintería y un vidrio doble.
Por tanto, cambiar las ventanas puede suponer una reducción de hasta un 19% dependiendo de si estamos en una zona cálida o fría. En España las viviendas están habitadas por 2,71 personas de media, y se calcula que el consumo de energía es alrededor de los 990 euros por persona al año. Por lo tanto estamos hablando de ahorrar en torno a 500 euros cada año.
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